Siguen haciendo falta donantes de sangre en Aragón. Y también más compromiso. Por un lado, para que los que hayan donado alguna vez lo conviertan en un hábito y, por otro, para que aquellos que, por circunstancias de la vida, hayan dejado de hacerlo, recuperen la costumbre. Igualmente, hay que animar a los que nunca han dado el paso, generalmente gente joven que, quizá, siga teniendo dudas del proceso.